Nueva agresión de Israel: Tel Aviv lanzó un despiadado operativo militar sobre el campo de refugiados de Yenín.

Nueva agresión de Israel: Tel Aviv lanzó un despiadado operativo militar sobre el campo de refugiados de Yenín.

Gaspar Contreras

El ejército de Israel inició el lunes durante la madrugada una gran ofensiva militar sobre el campamento de Yenín, en la Cisjordania ocupada. El Ministerio de Salud palestino informa de diez asesinados, cuyas edades varían entre los 15 y 23 años, y más de cien heridos. Los ataques han desplazado a más de 3.000 palestinos que residen en el campo. Además, se reporta la destrucción completa de las instalaciones de electricidad y agua, así como la demolición de edificios de los residentes evacuados.
La incursión militar fue perpetrada por más de mil efectivos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), con incursiones por tierra y unidades de asalto helitransportado, apoyados por tanques y vehículos blindados. También se ha informado del uso de aeronaves no tripuladas y de aviones de combate para bombardear edificios, los que han perpetrado más de treinta ataques aéreos. Según informes palestinos, la mezquita de Al-Ansar en Yenín ha sido bombardeada unas 8 veces, lo que refleja la crudeza de los ataques.
A lo anterior se suma el uso de retroexcavadoras blindadas por parte del ejército israelí para demoler edificios que supuestamente albergan militantes de las brigadas armadas palestinas. Durante este asalto, la maquinaría israelí destrozó gran parte de las calles del campamento y las tuberías de agua potable, así como una gran cantidad de infraestructura civil, incluidos hogares de residentes que habían evacuado a raíz de los ataques.
Como parte de las agresiones, se reportó la obstaculización del paso de las ambulancias palestinas por parte de blindados de Israel. Un hecho gravísimo que se ha repetido previamente en diversos operativos israelíes. El Ministerio de Salud palestino hizo un llamado a la comunidad internacional para que tome medidas al respecto y permitan la atención a los heridos. Por su parte, la organización Médicos Sin Fronteras denunció la destrucción de las carreteras que conducen al campamento de Yenín, lo que impidió la llegada de ambulancias; Y acusó daños a la infraestructura sanitaria.
El campamento de refugiados de Yenin cuenta con alrededor de once mil habitantes. Fue construido tras la guerra árabe-israelí en 1948, que desplazó a más de 700.000 palestinos de su territorio original y les negó el derecho a retorno. Debido al gran número de refugiados palestinos es que la Organización de las Naciones Unidas comenzó la creación de campamentos dentro y en los alrededores de la zona de conflicto. Tras los acuerdos de Oslo en 1993, la ciudad de Yenín y el campamento quedaron bajo el control de la Autoridad Nacional Palestina, aunque como en el resto de Cisjordania y la Franja de Gaza, los asaltos de las FDI son frecuentes.
Según medios israelíes, se espera que la operación militar dure dos días, aunque puede extenderse si es necesario. Esta tiene como objetivo detener y eliminar militantes de las milicias palestinas y sus instalaciones dentro de la ciudad. Las autoridades de dicho Estado justificaron la ofensiva acusando que Yenín se habría convertido en un refugio para las milicias armadas palestinas. Richard Hecht, portavoz del alto mando del ejército israelí, aseguró: «Queremos acabar con el hecho de que el campamento fuera un refugio seguro para los terroristas que realizaban atentados por toda Judea y Samaria y corrían a esconderse dentro del campamento. Esto no será un refugio seguro para estos terroristas y por eso estamos actuando.»
De la misma manera se expresó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien reafirmó la necesidad de actuar con dureza en Yenín: “Nuestras fuerzas han entrado en Yenín para enfrentarse a los terroristas, han eliminado a los terroristas, detenido a individuos buscados, han destruido centros de mando y han incautado una importante cantidad de armas. Han destruido laboratorios que tenían unas dimensiones casi industriales.

En estos laboratorios fabricaban explosivos, explosivos para matar y asesinar a civiles israelíes”, añadió.
En repuesta a las acciones de Tel Aviv, el Estado palestino ha tomado la decisión de suspender todos los contactos y reuniones con Israel a raíz de la operación militar en Yenín. La Autoridad Palestina consideró que la campaña representa una «brutal agresión» y un «nuevo crimen de guerra», a la vez que reclamó que la comunidad internacional presione a Israel para que ponga fin a «su agresión contra el pueblo palestino».
Igualmente, la respuesta de los grupos armados palestinos no se ha hecho esperar, son varios los grupos que han confirmado su participación en la defensa de la ciudad. Entre los que podemos encontrar: a las Brigadas Al-Qassam, el brazo armado de Hamas; Al Batallón Yenín de las Brigadas Al-Quds; A los Grupos de Qabatiya, parte de Saraya Al-Quds, brazo armado de la Yihad Islámica Palestina; A las Brigadas Al-Nasser Salah al-Deen, brazo de armado de los Comités de Resistencia Popular; A las Brigadas Muyahidines; Y a las Brigadas del Mártir Abu Ali Mustafa, brazo armado del Frente Popular para la Liberación de Palestina.
Frente a la ofensiva de Israel, el Movimiento de la Yihad Islámica Palestina declaró: “La agresión contra Yenín no logrará sus objetivos, y permaneceremos en Yenín como símbolo de firmeza. Yenín no se rendirá, y nuestros combatientes están decididos a enfrentarse y luchar sin importar los sacrificios. El enemigo sionista es plenamente responsable de todas las consecuencias de esta agresión. La resistencia se enfrentará al enemigo y defenderá al pueblo palestino, y todas las opciones están abiertas para golpear al enemigo en respuesta a su agresión en Yenín.”
Por otro lado, el grupo armado Hamas afirmó: “La agresión contra Yenín fracasará. Netanyahu y su gobierno son responsables de lo que está sucediendo. La ocupación israelí no podrá resolver la batalla contra la resistencia, y nuestro pueblo continuará su lucha.”
Asimismo, se han reportado soldados israelíes heridos, aunque no hay claridad respecto a la cantidad. Además, se ha informado de daños a blindados israelíes mediante dispositivos explosivos improvisados.
En el ámbito internacional, La Organización de las Naciones Unidas expresó su preocupación por la “peligrosa” escalada en Cisjordania. En términos similares de condena se expresaron países como Egipto, Jordania, al igual que la Liga Árabe, que definió el ataque israelí en Yenín como «una violación de las normas y resoluciones de la legitimidad internacional». De igual manera, la misión iraní ante las Naciones Unidas anunció que “Irán apoya cualquier solicitud de asistencia de la resistencia palestina.” Por otra parte, siguiendo su línea habitual, Estados Unidos manifestó su apoyo a “la seguridad y al derecho de Israel a defenderse”.
Los palestinos en diversas ciudades se han manifestado en apoyo a sus hermanos en Yenín, se han observado marchas y disturbios en Belén, en Jerusalén, Ramallah, Al-Khalil, Qalqilya y Gaza. También se han observado algunas escaramuzas armadas en puestos de control fronterizos de Israel.
Con las muertes de este ataque, el número de palestinos fallecidos este año en Cisjordania llegó a 132, dentro de más de un año de violencia en la región, que registra el mayor derramamiento de sangre en casi dos décadas.
El operativo de Israel se enmarca dentro de una política expansionista y de apartheid sobre el territorio palestino, que tiene como objetivo el desplazamiento de la población local de sus tierras, para ser posteriormente ocupadas por los colonos israelíes. Esto viene ocurriendo desde antes de la partición del territorio palestino y la instauración del Estado ilegítimo de Israel en 1946. Previo a ese hecho, en la zona, que estaba bajo dominio inglés, ya actuaban grupos sionistas que atacaban aldeas palestinas bajo el amparo de las potencias europeas.

El Estado de Israel justifica su ocupación ilegítima en el relato bíblico del “pueblo escogido”, pero es evidente que su ocupación responde más a términos económicos y políticos que religiosos, ya que son el bastión estadounidense en Medio Oriente. A causa de lo anterior, es que reciben, de hecho, apoyo económico, militar, político y logístico de dicho país. En 2020, Estados Unidos otorgó US$3.800 millones en ayudas a Israel como parte de un compromiso anual a largo plazo asumido bajo el gobierno de Barack Obama. Casi toda esta ayuda fue para asistencia militar.
También, se mencionan seguido acusaciones de terrorismo hacia las brigadas armadas palestinas por parte de las autoridades de Israel, para validar los ataques. Pero, se habla generalmente de un enfrentamiento, cuando la realidad es que el ejército de Israel supera con creces el poder armamentístico de las milicias armadas palestinas. La desigualdad en las condiciones de ambos Estados no hace posible la comprensión del conflicto como una guerra. Además, es un derecho de los pueblos la defensa y la autodeterminación, especialmente si ocurren violaciones a su propio territorio.
Es deber de la comunidad internacional y de los pueblos del mundo manifestar su rechazo a este operativo militar descarnado. Al igual que a la ocupación ilegal e ilegítima de Israel, en términos derecho internacional, que ejerce constantemente agresiones contra el pueblo de Palestina.

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